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¿QUIENES SON LOS HOMBRES BLANCOS, RICOS, QUE ESTÁN INSTITUCIONALIZANDO LA IDEOLOGÍA TRANSGÉNERO?

Actualizado: 12 ene 2021

Hombres blancos (y mujeres), excesivamente ricos que invierten en compañías biomédicas, están financiando gran cantidad de organizaciones transgénero cuya agenda les dará muchísimo dinero


Autora original: Jennifer Bilek

Artículo original de 20/2/2018:



Traducido por Silvia Isidro


Como activista medioambiental que fue expulsada de una charla por transactivistas, en 2013 desarrollé una curiosidad sobre el poder que tiene este grupo para tener tal desarrollo. Un año después, cuando la revista Time anunció el punto de inflexión de un transgénero en su portada, yo acababa de empezar a investigar el dinero que había detrás del proyecto transgénero.


Había observado cómo todos los espacios seguros de mujeres, universidades y deportes abrían sus puertas a cualquier hombre que decidiera identificarse como mujer. Mientras que los hombres que se identifican como mujeres trans estaban al frente de este proyecto, las mujeres que se identificaban como hombres trans parecían silentes e invisibles. Yo estaba estupefacta con que un cambio cultural tan grande como la apertura de espacios de protección sexual estuviera ocurriendo a un ritmo tan meteórico, y sin consideración por la seguridad de mujeres y niñas, ni deliberación ni debate público.


En paralelo a estos rápidos cambios, fui testigo de una revisión en la lengua inglesa con nuevos pronombres y de un ataque casi tiránico hacia aquellos que no los usaban. Las leyes de imposición de un nuevo discurso habían conseguido aprobarse. Las leyes que ignoran el sexo biológico con los conceptos amorfos de identidad de género están siendo institucionalizadas. La gente que habla abiertamente sobre estos cambios se puede encontrar, tanto ellos, como sus familias y su forma de vida, amenazados.


Estos elementos, junto con la saturación del tema, me hicieron preguntarme: ¿Es este realmente un tema de derechos civiles para una pequeña parte de la población con disforia de género, o hay una agenda más grande, con intereses monetarios, que no estamos viendo? Este artículo solo puede comenzar a perfilar la superficie de esta cuestión, pero considerando que el transgenerismo ha explotado básicamente en medio del capitalismo, que es notorio por asumir movimientos de justicia social, realizar este estudio es muy valioso.


¿Quién está financiando el Movimiento Transgénero?

Me encontré con hombres blancos, extraordinariamente ricos, con una influencia cultural enorme, que están financiando el lobby transgénero y varias organizaciones transgénero. Estas incluyen pero no están limitadas a Jennifer Pritzker (un hombre que se identifica como transgénero); George Soros; Martine Rothblatt (un hombre que se identifica como transgénero y transhumanista); Tim Gill (un hombre gay); Drummond Pike; Warren and Peter Buffett; Jon Stryker (un hombre gay); Mark Bonham (un hombre gay); y Ric Weiland (un hombre gay que murió, cuya filantropía está orientada todavía a grupos LGTB). La mayoría de estos millonarios financian el lobby transgénero y organizaciones a través de sus propias organizaciones, incluyendo corporaciones.


La separación de la cuestión transgénero de la infraestructura LGTB no es tarea fácil. Todos los donantes ricos han estado financiando la infraestructura LGTB antes de que estuvieran orientadas a los grupos LGTB y, solo en algunas instancias, los fondos se destinan, específicamente, a temas transgénero. Algunos de estos millonarios financian grupos LGTB a través de una miríada de empresas, multiplicando sus contribuciones muchas veces de formas que son, también, difíciles de rastrear.


Estos patrocinadores, a menudo, lo hacen a través de organizaciones anónimas como Tides Foundation, financiada y operada por Pike. Grandes corporaciones, filántropos y organizaciones pueden enviar enormes sumas de dinero a Tides Foundation, especificar la dirección a la que van los fondos y conducirlos a su destino de manera anónima. Tides Foundation supone un cortafuegos y un refugio fiscal legal para las fundaciones y fondos de campañas políticas, a menudo usando tácticas de legalidad dudosa.


Estos hombres y otros, incluyendo empresas farmacéuticas y el gobierno de Estados Unidos, están enviando millones de dólares a las causas LGTB. La suma total reportada de gasto global en LGTB está ahora estimada en 424 millones de dólares. Desde 2003-2013, la financiación de temas relacionados con el transgenerismo se multiplicó por ocho, la del conjunto LGTB por tres, habiéndose cuadruplicado desde 2003 hasta 2012. Este enorme pico de financiación ocurrió a la vez que el transgenerismo comenzó a ganar terreno en la cultura norte americana.


424 millones de dólares es mucho dinero. ¿Es suficiente para cambiar las leyes, desplazar el lenguaje y forzar un nuevo discurso público, para censurar, para crear una atmósfera de amenaza a aquellos que no concuerdan con la ideología de la identidad de género?


Transgenerismo: Un nuevo mercado y una nueva forma de vida.

Parece obvio, ahora, fijarse en el dinero detrás del transgenerismo. Se han abierto muchos nuevos mercados por su causa. La primera clínica de género para niños abrió en Boston en 2007. En los últimos 10 años, han aparecido más de 30 clínicas para niños con supuesta disforia de género sólo en Estados Unidos, la mayor de ellas dando servicio a 725 pacientes.


En la pasada década, ha habido una explosión en la infraestructura médica relacionada con el transgenerismo en todo USA y en el mundo, para “tratar” a gente transgénero. Además de las clínicas de género que proliferan por todo USA, las alas de hospital se están utilizando para operaciones especializadas, y muchas instituciones médicas están clamando por subirse al tren con los nuevos desarrollos.


Los médicos se están formando en simposium de cadáveres por todo el mundo para hacer todo tipo de operaciones a individuos transgénero, incluyendo faloplastia, vaginoplastia, cirugía de feminización facial, procedimientos de la uretra, y otros. Cada vez más corporaciones americanas están cubriendo las operaciones a transgénero, las medicinas y otros gastos. Los endocrinos, que han estado buscando la fuente de la juventud en las hormonas desde hace más de una generación, y sus consecuentes ganancias con la venta de esas hormonas, están todavía en su búsqueda de oro.


Los bloqueadores de pubertad y otros, son otro mercado en crecimiento. El brazo de la medicina relacionado con la cirugía plástica recibe una gran cantidad de dinero tan grande como en el caso de los trasplantes de órganos, especialmente en trasplantes de útero para hombres que se identifican como mujeres, que podrían desear futuros embarazos. Estas cirugías ya se están practicando en animales y el primer implante de útero de una donante femenina fallecida ya ha sido un éxito.


La biogenética está lista para ser la inversión del futuro, afirma Rothblatt, quien ha liderado una corporación farmacéutica enorme y está ahora muy interesado en la biogenética y los trasplantes.


El transgenerismo, ciertamente, ha hecho su camino en el mercado americano, así que parece importante considerar las implicaciones de esto cuando se están aprobando leyes relacionadas con los individuos transgénero y nuestras libertades civiles. El transgenerismo se sitúa en medio del sector de la industria médica que es, según algunas estimaciones, incluso mayor que el sector de la industria militar.


Con la infraestructura médica construida, los doctores entrenados para realizar variedad de operaciones, con las clínicas abiertas a toda velocidad, y los medios celebrándolo, el transgenerismo ya está encaminado a su crecimiento. El grupo LGB, que en su momento fue un grupo de personas pequeño, y que intentaban amar a aquellos de su mismo sexo de forma abierta y ser tratados en igualdad en la sociedad, ya ha sido subsumido por el capitalismo y se le ha infiltrado el sector de la industria médica a través del transgenerismo.


¿Quién trabaja para institucionalizar la ideología Transgénero?

Mucho más importante que las fundaciones y organizaciones que van directamente al lobby LGTB, donde solo una pequeña fracción se infiltra para atender a la gente que se identifica como transgénero, es el dinero invertido por los hombres mencionados arriba, los gobiernos y la tecnología y las corporaciones farmacéuticas que institucionalizan y normalizan el transgenerismo como una elección de tipo de vida. Ellos están moldeando la narrativa sobre el transgenerismo y normalizándolo dentro de la cultura, utilizando sus métodos de financiación.

Esto no puede ser una coincidencia, puesto que lo único que se necesita para transicionar es la tecnología y la farmacología.


Este artículo usará a la familia Pritzker como caso de estudio, por un lado para reducir la longitud y, por otro, porque son emblemáticos de cómo funciona esto. Las organizaciones que financian a los trans y normalizan el transgenerismo están canalizando fondos de la misma manera e invirtiendo en la misma infraestructura médica. Esto no puede ser una coincidencia cuando, lo único que se necesita para transicionar es la tecnología y la farmacología. Es, también, importante apuntar que, aunque el lobby trans se ha amparado bajo el paraguas LGB, las personas LGB como tales no serán pacientes de por vida.

Los Pritzker son una familia americana de multimillonarios filantrópicos con una fortuna de, aproximadamente, 29.000 millones de dólares, gestada a través de los Hoteles Hyatt y de residencias de ancianos. Ahora tienen inversiones muy sustanciosas en el sector de la industria médica.


Examinando tan solo a unos pocos miembros en este artículo, se observarán algunos indicadores del alcance e influencia de esta familia, especialmente en lo relativo al proyecto transgénero y su relación con el sector de la industria médica. A medida que prosigan la lectura, recuerden, los individuos que transicionan son pacientes médicos de por vida y la familia Pritzker no son una anomalía en su trayectoria financiera e inversora en el sector de la industria médica.

Jennifer Pritzker

Siendo, anteriormente, un hombre de familia y miembro condecorado de las fuerzas armadas, Jennifer Pritzker ahora se identifica como transgénero. Ha hecho del transgenerismo su broche de oro en la financiación filantrópica, a través de la Fundación Tawani. Él es uno de los grandes contribuyentes a la causa transgénero y, con su familia, es de gran influencia en la rápida institucionalización del transgenerismo.


Algunas de las organizaciones y fundaciones que Jennifer posee son especialmente notables al examinar la rápida inducción de la ideología transgénero en las instituciones médicas, legales y educativas. Pritzker posee Squadron Capital, una corporación de compras, con foco en la tecnología médica, los aparatos médicos, los implantes ortopédicos y la Fundación Tawani, una organización filantrópica con foco en las becas sobre Género y Sexualidad Humana.


Pritzker se sienta en el Consejo de Liderazgo del Programa de Sexualidad Humana de la Universidad de Minnesota, con quien se ha comprometido con 6,5 millones de dólares en la pasada década. Entre las muchas organizaciones e instituciones que Pritzker financia está el Hospital de Niños St. Lurie, un centro médico para niños disconformes con su género, que da servicio a 400 niños en Chicago; La Escuela de Medicina Pritzker en la Universidad de Chicago; una cátedra de estudios transgénero en la Universidad de Victoria (la primera de su tipo); y el Centro de Estudios de Diversidad Sexual Mark S. Bonham en la Universidad de Toronto. También financia la American Civil Liberties Union (La Unión de Libertades civiles americana) y su familia financia Planned Parenthood (Planificación Familiar), dos organizaciones significativas para la institucionalización del lenguaje de borrado de las mujeres y el apoyo a las causas transgénero. Planned Parenthood, también, decidió, recientemente, entrar en el mercado médico transgénero.


Jennifer Pritzker financia estratégicamente, al igual que su familia, mediante la donación a universidades que apoyan su ideología, cuyos estudiantes contribuyen a expandir la ideología de género mediante el escrito de artículos pro-trans en revistas médicas y otras.

El tío y la tía de Jennifer, John y Lisa Pritzker, dieron 25 millones de dólares a la Universidad de California en San Francisco para un centro de psiquiatría infantil. Jennifer, igualmente, financia hospitales y escuelas médicas donde los alumnos siguen creando especialidades transgénero y centros médicos LGTB, aunque las lesbianas, gays y bisexuales no necesitan centros médicos especializados.


Estas son algunas de las actividades de los alumnos de las escuelas médicas financiadas y receptoras del dinero de Pritzker:


· James Hekman, fundó el centro de cuidados médicos LGTB en Lakewood, Ohio

· David T. Rubin se sienta en el Consejo de Administración de Accordant/CVS Caremark, la cadena farmacéutica más grande de Estados Unidos. CVS adquirió los grandes almacenes farmacéuticos Target en 2015. Target, por supuesto, es el lugar en el que mayor controversia social hay sobre los baños unisex y es fundadora corporativa del grupo activista pro trans Human Rights Campaign (Campaña por los Derechos Humanos).

· Loren Schecter es autor del primer atlas quirúrgico para cirugía transgénero, autor de revistas pro-trans, fue galardonado por su apoyo legal a los transgénero, y es director de conferencias transfemeninas esponsorizadas por WPATH- World Professional Association of Transgender Health (Asociación Profesional Mundial de Salud Transgénero). Además, realiza cirugías de reconstrucción en el Weiss Memorial Hospital de Chicago.

Schechter es, también el “catedrático de sesiones solo para cirujanos” del Comité del Programa Científico del brazo recién formado del WPATH, USPATH, que realiza conferencias en Los Angeles para cirujanos de operaciones transgénero.

· Robert Garofalo, un hombre gay, es director de la Clínica de Género de niños St. Lurie, gerente de la división del hospital para medicina adolescente, y profesor de pediatría en la Universidad Northwestern, financiada con fondos de J.B. Pritzker (a quien conoceremos más tarde).

· Benjamin N. Breyer es jefe de urología en el Hospital General de San Francisco y profesor en la Universidad de California en San Francisco, especializado en cirugía transgénero.

· Nicholate Matte enseña en el Centro de Estudios de Diversidad Sexual Mark Bonham en la Universidad de Toronto, con especialidad en estudios queer. Jennifer Pritzker también financia el Centro Bonham. Matter pronuncia charlas por todo el país sobre temas transgénero, y adopta la idea de que no somos una especie sexualmente dismórfica.

· Mark Hyman es el Presidente de la Fundación Pritzker en medicina funcional de la Clínica Cleveland y director del Centro Clínico de Cleveland para medicina funcional. La Clínica Cleveland encabeza el primer transplante de útero de Estados Unidos.

· La Universidad Baylor de Medicina está a la espera de recibir los “programas de canalización” de la Escuela de Medicina Pritzker para gente que estudia para ser médico. Baylor es donde nació el primer niño mediante transplante de útero, como parte de un programa experimental que financió el procedimiento para 10 mujeres, con el fin de desarrollar transplantes de útero para ser, finalmente, pagados por los contribuyentes y los seguros de salud por ser considerados tratamientos electivos de infertilidad.

Jennifer Pritzker también ha ayudado a normalizar a los individuos transgénero en el ejército, con una beca de 1,35 millones de dólares a Palm Center, un centro de investigación LGTB, situado en Santa Barbara, dependiente de la Universidad de California, para crear un estudio de investigación de transgenerismo militar. También ha donado 25 millones de dólares a la Universidad Norwich de Vermont, una academia militar y la primera escuela en lanzar el programa de Cuerpos de Entrenamiento de Oficiales de Reserva Naval.

Los fondos de Pritzker no se limitan a los Estados Unidos, sino que alcanzan otros países a través de WPATH, dando conferencias a médicos que estudian la cirugía transgénero y financiando universidades internacionales.


Penny Pritzker

Prima de Jennifer Pritzker, Penny Pritzker formó parte del Consejo del Presidente Obama para Trabajo y Competitividad y del Consejo de Administración de Recuperación Económica. Fue copresidenta nacional de Obama para América 2012 y presidenta nacional de finanzas en la campaña de Obama de 2008. Decir que influyó en la elección como presidente de Obama sería quedarse corta.


Decir que influyó en la elección como presidente de Obama sería quedarse corta. Como Secretaria de Comercio de Obama, Penny Pritzker ayudó a crear el NIIMBL- National Institute for Innovation in Manufacturing Biopharmaceuticals (Instituto Nacional para la Innovación en la Manufactura de Biofármacos), facilitando un premio de 70 millones de dólares por parte del Departamento de Comercio de Estados Unidos, la primera financiación de su tipo. Obama hizo del transgenerismo su tema favorito en su administración, manteniendo una reunión en la Casa Blanca (por primera vez en la historia) sobre transgenerismo.


La administración, aplicó silenciosamente, el poder de la rama ejecutiva para facilitar a las personas transgénero la modificación de sus pasaportes, el acceso a los tratamientos de cambio de sexo en instalaciones de Administración de Veteranos, y el acceso de baños públicos en los colegios y programas de deportes basados en la identidad de género. Estos son solo algunos de los cambios de política específica transgénero de la presidencia de Obama.


Soros y Gill son los otros dos grandes financiadores del movimiento transgénero, que generó millones de dólares para que saliera elegido Obama, y Stryker fue unos de los cinco mayores contribuyentes a la campaña de Obama. Bajo Obama y George W. Bush, el gobierno federal también financió la Fundación Tides con 82,7 millones de dólares de los que, a su vez, ésta donó 47,2 millones de dólares a temas LGTBQ en las últimas dos décadas.


Penny ha financiado la Escuela de Harvard de Salud Pública y, con su marido, a través de su fundación conjunta, la Pritzker Traubert Family Foundation, está financiando iniciativas en la primera infancia y ofreciendo becas a estudiantes médicos de la Universidad de Harvard.

Los médicos del ala de Servicios de Gestión de Género del Hospital Infantil de Boston están todos asociados con la Escuela Médica Harvard. Penny Pritzker también se sentó en el Consejo de Administración de Harvard, donde en las oficinas de vida estudiante se les enseña a éstos (algunos de los cuales gestionarán instituciones de Estados Unidos) que “hay más de dos sexos”.


J.B. Pritzker

Hermano de Penny Pritzker, JB Pritzker, es un capitalista de riesgo, empresario, filántropo y hombre de negocios estadounidense. Es cofundador del Grupo Pritzker, una empresa de inversión privada que invierte en tecnología digital y compañías médicas, incluyendo Clinical Innovations, que tiene presencia global. Clinical Innovations es una de las compañías de aparatos médicos más grande y, en 2017, adquirió Brenner Medical, otro significativo grupo médico, ofreciendo productos de innovación en el campo de la obstetricia y la ginecología.

Habría que preguntarse por qué esto está encuadrado dentro del tema de los derechos civiles cuando los temas principales son la ingeniería capital y social.


J.B. proporcionó fondos semilla para Matter, una incubadora startup para tecnología médica establecida en Chicago. También se sienta en el Consejo de Dirección de su alma mater, la Universidad de Duke, donde están haciendo avances en la crio preservación de ovarios de mujeres.


J.B se presentó para gobernador de Illinois en 2018 y destinó 25 millones de dólares para la iniciativa pública-privada de la administración Obama, del total de 1.000 millones de dólares para educación infantil temprana.


J.B y su mujer, M.K Pritzker, donaron 100 millones de dólares a la Facultad de Derecho de la Universidad Northwestern, parte en becas y parte en “justicia social” de la escuela y trabajo de derecho en la infancia.


Habría que preguntarse por qué esto está encuadrado dentro del tema de los derechos civiles cuando los temas principales son la ingeniería capital y social. No parece existir un área de influencia que no esté tocada por el dinero Pritzker, desde la educación de la primera infancia hasta las universidades de derecho, instituciones médicas, el lobby LGTB y organizaciones políticas y militares.


Aunque fueran los únicos que financiaran la institucionalización de la ideología transgénero, ya serían una influencia increíble, pero es que, además, se unen a otros hombres blancos, influyentes, inmensamente ricos, que también tienen lazos con las industrias médicas y farmacéuticas.


Gigantes Tecnológicos y Farmacéuticos todo incluido para Transgéneros

Junto con el apoyo por parte de gigantes farmacéuticos como Janssen Therapeutics, la fundación de salud de Johnson y Johnson, Viiv, Pfizer, Abbott Laboratories, Bristol-Myers Squibb Company y Boehringer Ingelheim Pharmaceutical, corporaciones tecnológicas como Google, Microsoft, Amazon, Intel, Dell e IBM están, también, financiando el proyecto transgénero.


En febrero de 2017, Apple, Microsoft, Google, IBM, Yelp, PayPal y otras 53 grandes corporaciones tecnológicas firmaron un amicus curiae presionando a la Corte Suprema estadounidense para que prohibiera a las escuelas a mantener las instalaciones privadas de los estudiantes designados de acuerdo al sexo.


Mientras estas corporaciones apoyaban los baños transgénero, a la vez estaban luchando contra la prohibición de viajar y las políticas de inmigración del Presidente Trump. Al informar de los incidentes, simultáneamente, CNN News hizo la obvia conexión entre los intereses de las corporaciones en las barreras de inmigración y comercio, citando un estudio legal firmado por las empresas que decía, “Está infligiendo un daño significativo a los negocios, la innovación y el crecimiento estadounidenses”. No hizo una conexión equivalente con los intereses de las corporaciones en los derechos transgénero.


La cuestión obvia sería: ¿Por qué les importa? La respuesta obvia es: dinero.

Nos corresponde a todos mirar cuál es la verdadera inversión al priorizar toda una vida de tratamientos médicos contra el cuerpo para una minúscula parte de la población.


La fusión entre el tema médico manufacturado y el contexto de derechos civiles, asegura la continuidad y el crecimiento del problema. El transgenerismo está encuadrado tanto dentro de un problema médico, por la disforia de género en niños que necesitan bloqueadores hormonales y que están siendo conducidos a toda una vida de medicalización, como de una elección valiente en el estilo de vida de los adultos.


Martine Rothblatt sugiere que todos somos transhumanos, que cambiar nuestros cuerpos eliminando las capas y órganos saludables e ingerir hormonas del sexo opuesto durante toda la vida puede ser comparado con llevar maquillaje, teñir nuestro pelo, o hacerse un tatuaje. Si todos somos transhumanos, expresar eso podría ser una saga sin fin relacionada con el consumismo relacionado con el cuerpo.


La masiva expansión de infraestructura médica y tecnológica para una diminuta (pero creciente) fracción de la población con disforia de género, junto con el dinero que se encauza a este proyecto por parte de aquellos que invierten enormemente en industria tecnológica y médica, parece tener sentido solo en el contexto de expansión de mercados para el cambio del cuerpo humano. Los transactivistas ya están pidiendo la sustitución de “disforia de género” por “incongruencia de género” en la siguiente revisión del registro internacional de códigos de diagnóstico mental, el ICD-11.


El beneficio está en las hormonas y las cirugías pagadas por los seguros de salud para cualquiera que crea que su cuerpo es, de alguna manera, “incongruente” con su “identidad de género”.


La diversidad corporal aparece como tema principal, no la disforia de género; eso y la gente desarraigada de su biología a través de las distorsiones del lenguaje, para normalizar la modificación de la biología humana. La institucionalización de la ideología transgénero hace justamente esto. La ideología está siendo promovida como un tema de derechos civiles por hombres blancos, ricos, con enorme influencia que lo apoyan para beneficiarse personalmente sus actividades políticas.


Nos corresponde a todos mirar cuál es la verdadera inversión al priorizar toda una vida de tratamientos médicos contra el cuerpo para una minúscula parte de la población, construyendo una infraestructura para ellos, e institucionalizando el modo en que nos percibimos como seres humanos, antes de que ser humano se convierta en un concepto del pasado.


Jennifer Bilek es artista, activista medio ambiental, escritora y ciudadana comprometida.

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